DE MAYOR QUIERO SER LINDA RODIN
Linda Rodin, es sin lugar a dudas una de las mujeres que más me fascina.
Su madre tenía una pequeña tienda de antigüedades, que probablemente la ayudó a desarrollar su buen gusto y el amor por lo auténtico y lo bonito, de joven hizo de modelo y su carrera continuó como era de esperar en el mundo de la moda como estilista.
Durante la década de los 40 instalada en New York, su ciudad natal, abrió una tienda en el Soho, trabajo en Henry Bendel, como editora en Harper´s Bazaar y como estilista vistió a modelos, actrices y celebrities de la talla de Gisele Bunchen, Halle Berry, Madonna y Laetitia Casta.
La miras y lo único que piensas es que es cool y mucho más que eso, si la conoces y has seguido su trayectoria llegas a la conclusión de que es una de las pocas mujeres que con la edad se vuelve más y más “cooler” que la jovencita de moda.
No esconde ni su edad ni sus arrugas, de hecho es la primera en decir que no existen cremas milagrosas pero cuida su piel con productos de una línea de lujo para el cuidado de la piel que ha lanzado recientemente, cuyo producto principal es un aceite llamado Rodin olio lusso – face oil.
Que más se puede decir de este “icono” que no se tiñe, no se ha hecho ningún lifting y que a sus 66 años confiesa que a pesar de que no le gustan sus arrugas, no piensa esconderlas y les gana la batalla, porque las arrugas, que pueden ser algo muy desalentador, no pueden competir con su estilo y gran personalidad
Me quedo con una de sus frases que más me gusta: “salud es riqueza” y de mayor quiero ser como ella.
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